Blogia
A veces pienso...

El plumilla se llama Borjamari

Borjamari tenía que ser. Hasta hace poco tiempo no conocía de nada a este sujeto o sujeta. Pronto empezó a darse a conocer por la comunidad blogger. No por su especial carisma, ni por el contenido de su bitácora. Su fama se la debe a las críticas que realiza de los weblogs ajenos. Son críticas aceradas, rayando muchas veces en el insulto y en el menosprecio de lo que los demás hacen. Hay blogs buenos, menos buenos y algunos absolutamente ilegibles por diversos motivos. Pero el crítico profesional ha de medir sus palabras, intentar ser objetivo y no insultar ni menospreciar sin motivo. Bueno, motivo hay. Me imagino que su intención última es que le lean. Borjamari olvida que muchos bloggers no pretenden si quiera eso. Tan sólo escriben para leerse a si mismos, o para lo que lo hagan un puñado de amigos. Y que nadie merece el desprecio por expresarse.

El tal Borjamari esta tan lejos de ser un buen crítico como tan cerca de ser un tertuliano de programa del mundo rosa.

Hoy he leido como ataca desproporcionadamente y sin motivo a la comunidad que alberga mi blog por el hecho de que ha incorporado un banner publicitario. Banner que por cierto hoy no aparece.

los más de mil y pico sufridos usuarios, de esa cosa extraña que se define pomposamente como el “nuevo portal de aragón”, ya les han echado un regalito con el que se van a tener que acostumbrarse a vivir: publicidad en sus blogs.


Pues mire usted, señor Borjamari, ni considero el banner un regalito, ni veo pomposa la definición y no tengo que acostumbrarme a nada, por que en esto de internet estoy de vuelta de muchas cosas.

No deja de ser un engaño, con blogger uno sabe a lo que se atiene y lo acepta con sus consecuencias, pero estos sitios que durante una temporada ofrecen el oro y el moro “gratis total”, para luego aprovecharse de la buena fe de los demás, no dejan de tener un nombre bastante feo incluso para que lo escriba el borjamari

Nadie se ha aprovechado de mi buena fe. En este mundo normalmente todo lo gratis es efímero, y yo lo asumo. Muchas veces he visto proyectos que comienzan y se estrellan en internet, incluso amparados con mucho dinero. Si blogia desapareciera mañana, no pasaría nada. Evidentemente lo sentiría, pero no sería algo trascendente. Mantener la gratuidad de ciertos servicios cuesta, y no seré yo el que vociferé por tener que soportar un banner.

Por cierto, no soy inondicional de nadie. Tan sólo no me gustan las personas que buscan la notoriedad faltando el respeto a sus semejantes; lo que en este caso -la semejanza- no deja de ser una presunción.

El enlace al blog de borjamari ha sido omitido intencionadamente. Quien quiera leerlo, que lo busque.

1 comentario

Danuto -

A veces encuentro referencias a ese tío, pero la verdad es que su bitácora, aunque sólo sea por la idea que la mueve, tampoco es que sea como para perder el culo.

Vamos, que de todo tiene que haber, incluso tipos así.
P.d.: no encuentro la pomposidad en la palabra «nuevo» por ninguna parte, la verdad. Habrá que enviarlo de nuevo al cole.